lunes, 28 de noviembre de 2011

Rebeldes primitivos

Estoy revisando lugares, por Internet. Ha de ser la única manera..Aunque, no me puedo quejar, por estas fechas.He andado por Barcelona. Y ahora, Valencia. Bueno: ya he estado en Valencia, antes. Hace unos meses. Y antes, cuando era niño. Pero de paso. De paseo. Qué diferente, por ejemplo, aquel Micalet, o sea, Miguelete, de este. Es una plaza estilo florentino. Tanto Barcelona como Valencia muestran ese aire mediterráneo, italiano, que yo desconocía, desde mis tierras galaicas. Es otro el color. Allá, el verde, el marrón, el negro. Acá, el amarillo. Y el gris. De momento, para mí, casi todo tiene un color feo. La cosa está bastante chunga. Pero bueno: conocer una ciudad en estas circunstancias sí que está al alcance de muy pocas personas. Somos las que, como dice la tele, estamos en situación de semiindigencia: no tenemos casa, ni sitio fijo. Aunque en mi caso, tengo la pensión. Una habitacioncita. Y ya es mucho. No sé, queridos y queridas lectoras de Hablaralto, la próxima vez que escriba, dónde estaré. Ni la ciudad, ni las condiciones en que me hallaré. Pero tengamos esperanzas.
He visitado algunos lugares, como decía. Lugares tales como de agencias literarias. Pero no encuentro ninguna en Valencia. Casi todas están en Madrid y Barcelona. Bueno, de todas formas, de aquí a que me decida a enviar algo, vai chover..O no, depende. Hay que hacer algo. Hay que moverse. Me entran las calores. Y necesito avisparme. Pero son malos momentos para España. El país no necesita de gentes como yo. Por lo menos, eso piensa. Aunque, en realidad, somos la gente como yo, la que está llevando al país a una franca recuperación ideológica, vamos a decir. Estamos desperdigados, eso sí. Muy desorganizados. Yo no pretendo participar en ningún partido político. Pero creo, antes que nada, que hay que pensar en la salud de nuestros hijos e hijas, así que, llegado el caso, no me negaría a realizar tal labor. Siempre y cuando valiera para algo. No contribuyendo a las castas mafiosas que controlan nuestro país. Nuestro país, y el mundo entero. Cortito y al pie.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Ojalá

Y he visto un documental sobre el arquitecto Lloyd Wright..estupendo. Aquí proponen, en la asamblea del quince eme de Manises, que se pasen películas, y luego se comenten, a la manera de los cinefórum de antaño. No es que yo haya vivido esa época. Tampoco creo que estemos en un momento para películas..o sí, vaya, todo es cuestión. Pero no para mí, por lo menos, queridos y queridas amantes de Hablaralto.
Lo digo así, porque en estos momentos me hallo en una situación, digamos, interesante.
A diez días exactos de la celebración de las elecciones generales en esta España nuestra, vengo recorriendo el camino de la incertidumbre que ha calado hondo en toda la sociedad ibérica. No en vano, soy uno de los participantes en esta rueda. Durante estos tiempos, entre propias desidias, y dolores más o menos colectivos, he ido aguantando el chaparrón. Y ahora, en que ya la situación se hace casi insostenible, tengo que alentar el positivismo, gritar a los cuatro vientos que, como dijo una amiga: que lo positivo atraiga lo positivo. Más bien, saberme entendedor de ciertas coyunturas. Y si los tiempos corren así, hay que tomarlo como viene. Por supuesto, no bajar los brazos. Y ahora menos. Menos que nunca. Por fin, voy a recomendar a dos personas este anecdotario que se llama Hablaralto. Intentaré que siga, no obstante, activo, a pesar de las contingencias a las que, espero que no, puedan estar obligadas a limitarse mis circunstancias. Veremos, en todos los casos, qué abismos encontramos en el azar, como he leído en un poema de Benedetti.
Y sólo puedo contestar lo que he contestado a mi compañera: disfrutar, disfrutar el uno de la otra, el tiempo que se pueda.
Curiosamente, el día de las elecciones, habrá transcurrido un año, desde que nos empezamos a gustar seriamente. Ahora llega el momento de divertirnos, creo yo. Para qué echar más leña al fuego, cuando este está bien calentito, en todos los aspectos. Por eso, el día veinte, el de las elecciones, tendré bien presente nuestro presente. Y ella me recriminaba el no haber votado, en anteriores elecciones. Me remitía a lo moral..Bien, yo le contesté que lo realmente moral sería estallar, como cantaban los Che Sudaka.
Pero creo que los Che Sudaka están muy poco por la labor, ahora que dependen de programadores artísticos, y esas cosas. No están en la urgencia. Probablemente, yo no esté en circuito. Cierto. Por todas estas cosas, creo que lo moral, se lo decía a Ella, es colgar a los políticos de los testículos..Pero antes de esto, sin llegar a esto, lo normal sería el Estallido, como también cantaban la Bersuit. Por cierto, que tenemos que pensar que todas estas alusiones no son más que eso: alusiones. Y en mi caso, ilusiones.. Pero yo me sigo haciendo ilusiones. Aunque mi compañera me diga ( por lo de ver a los mandamases colgados por sus partes nobles) "ya sabes que eso no va a pasar". Ya no será tu gobierno, cantaron también La Tabaré.