martes, 18 de octubre de 2011

Bienvenidas y bienvenidos, queridas y queridos amigos y amigas de Hablaralto

Otra vez os recibo..Otra vez me recibís, mejor dicho. Ha pasado el mes de septiembre sin que os haya dicho nada. No os he dejado en el olvido, lo que ocurre es que he estado más inmerso en aquello que se suele llamar depresión, quizás. Felices de los que tienen tiempo para eso, diría mi madre. Por cierto, a ella, también, como a vosotros y vosotras, os remitiré a mi blog, no por dulzura, sino por caridad.
Y es que me he convertido en todo un mercenario de la vida. Pero, hablando de lo de la depresión, es verdad que he superado todo un escollo, por lo que ahora estoy plenamente convencido de lo que tengo que darle a la vida, y no al revés. Hay que dar para recibir, dijera la compañera. Ahora mismo, vivo entre sus brazos, entre sus sollozos, y sus silencios. Entre sus olores, y sus sabores. Y eso me hace feliz. Siempre lo pensé. Pero desde hace un tiempo, tenía entre manos, o en la cabeza, la meta de llegar a saber cuán músico es uno. Ahora lo sé: debo volver a cuarteles de invierno, estructurar mi vida, estructurar mi creación, estructurar todo al mismo tiempo. Y ahí es posible que algo surja. Me he venido atormentando con cuestiones casi irresolubles. Y he estado persiguiendo fantasmas..pero también es verdad que todo esto me ha dejado el sabor de la verdad, del sufrimiento pleno hacia el día a día, hacia la plenitud de lo cotidiano. Jamás volveré a ser quien fui, hace apenas una semana. Así pasan mis días, mis horas, y no me creo más importante que nadie, al revés. Pero la realidad es esa. Claro que no es plato para cualquier garganta. Aquí estoy, en la España crítica, y criticada, pero no creo que haya mejor lugar para estar ahora mismo, así que intentaré echar una especie de raíz en el viento, mientras escribo acompañado, a mi derecha, por un ciudadano que está intentando, desde hace veinte minutos, terminar un mensaje, y no sabe apenas escribir en el teclado..mundo de hoy. Es como la película de Cantinflas. Estoy a punto de decirle si quiere que le escriba la carta.
Esta España nuestra es muy distinta de la gallega. Pero ahora entiendo que no hay nada mejor que salir y ver el mundo, queridos y queridas amigas de Hablaralto. De todas formas, fueron diez años maravillosos, en los que pude ver crecer a mi hija. Pero sentí el deseo de renovarme. De momento, el aire y el sol, la luz mediterránea, entra por mis poros, y me hace estremecer, al igual que mi luz particular, con nombre de mujer..Hasta pronto, ojalá. Como dije algún día, puede que este sea el último reportaje de Hablaralto: pero no porque me vaya a ir a otro mundo, sino porque no sé qué me ocurrirá mañana. Pero lo que tengo claro es que me voy a agarrar a la verdad que poseo, y que me dice que vuelva por los caminos irremediables de la búsqueda de empleo, porque esto también está en las escrituras, y así lo haré, aunque no he leído nunca la Biblia, entera. Y hablando de leer, también creo que buscaré, entre estos libros de la biblioteca de Manises, desde donde escribo, algo que me pueda divertir, inspirar, dar aire, todo al mismo tiempo. Qué me recomiendan ustedes? Lo pregunto, porque quizás remita una especie de carta a mi amigo César de La Gaceta de Fene, en la que le cuente mis peripecias, parte de ellas, por estas tierras, de paso que remita a este espacio, por primera vez, casi. Creo que era todo un mismo saco: este espacio, sin apenas lecturas, me debilitaba, a la vez que se debilitaba. Así que debo comprender que, mal que me parezca cosa de poca costumbre, de poca humildad, recomendarme a mí mismo para leer, lo haré por el bien de las palabras que aquí se alojarán. Y prometo fidelidad, la fidelidad que me ha faltado en muchas ocasiones para afrontar muchas situaciones, sobre todo las relacionadas con el trato amistoso, familiar. Debo reconocerlo, por mucho que no me considere, y creo que no lo soy: arisco. Ni tampoco me creo aristocrático, sino que siempre le he dado cancha a los malos pensamientos, hacia adentro, y ahora tengo mucha necesidad de extraer y repartir todo lo bueno, lo positivo..como dijo una buena amiga: pensamientos positivos atraen cosas positivas..ahí vamos.