lunes, 21 de mayo de 2012

Buenas tardes, queridos amigos y amigas de Hablaralto.
Para este mes de mayo, mi inspiración, o la llamada a escribir aquí, fue ver el rincón de Ruben Blades. Es muy interesante, además, descubrir que fue alumno del desaparecido recientemente, el señor escritor mexicano Carlos Fuentes. Alumno en Harvard.
Realmente, conocíamos de la finura intelectual del señor Blades, por sus letras. También por alguna entrevista, de la cual poseemos una reproducción. Y probablemente, tengamos que solicitar un cara a cara epistolar, al señor Blades, para que nos pueda autorizar a exponer esas entrevistas, aunque podemos pensar que, al ser transmitidas por las ondas, son de todos. Inclusive, habría que solicitar permiso autoritario antes al conductor del programa de Radio Tres, Radio Nacional de España, el titulado Cuando Los Elefantes Sueñan Con La Música..
Realmente, no he tenido el gusto de conocer la obra de Fuentes, hasta el momento.
Ayer, además, durante la transmisión de un documento cinematográfico en torno a la persona de Julio Cortázar; y precisamente, de su voz, la del propio Julio, escuché nombrar a Carlos Fuentes, como uno de los integrantes de eso que se llamó el Boom Latinoamericano.
Probablemente, antes lo haya visto escrito en las páginas de Subdesarrollo y letras de Osadía, de Mario Benedetti. Si bien es verdad, que este ensayo, al ser tan amplio, tan bien trabajado, contiene y refiere muchos autores y autoras latinas y de todo el mundo, en fin.

Hoy en día nos falta el hecho de poder reunir a toda la serie de escritores en algún punto. Quizás esto no haga falta. Pero sí un cierto criterio, a la hora de encauzar las lecturas. Como, por ejemplo, poder dividir por lenguas, una biblioteca. Tener, en cada biblioteca, ejemplares de todos los idiomas. Claro que, en el caso de lenguas perdidas, o no conocidas por nuestras sociedades, sería difícil. Pero no imposible.
Lo casi imposible es lo que yo leo de mi nota del mes pasado en Hablaralto: que me puedan leer en el blog, los lectores o lectoras de Gazeta Ártabra- que así se llama ahora- Pero no: tampoco es tan imposible, por mucho que yo me empeñe en no publicitar este espacio, tanto en las redes, como en las publicaciones locales en las que participo.
Por cierto: las cifras fueron muy buenas, otra vez: muchas gracias, de nuevo. Hemos vendido unos trescientos ochenta ejemplares, lo cual es una muy buena noticia. La no tan buena, mirado desde este punto de vista comercial, es que me he lesionado. Na, un esguince, pero que me tiene quieto, con los cuatrocientos del mes de mayo-junio en mi salón. Este mes tendremos que ver, cómo resulta. Pero lo importante ahora es reponerse bien del tobillo. Fue una caída propia, intentando robar un balón, en La Pista de Fene. Por lo menos, como me reconoció generosamente Fernando, esa jugada valió el partido. Fue la última jugada del partido, lo ganamos. Luego, me fui con Marcos al ambulatorio. Luego de recalar en la Residencia, me hicieron una prueba radiográfica, la cual reveló que no padecía de ninguna rotura.
Pero, como no hay mal que a bien no salga a dar, me sirve, esta convalecencia que tengo que mantener, con la pierna derecha en alto, para escribir y leer, algo que en estas últimas semanas, había desatendido, aunque no del todo, ya, nunca del todo. Y, también he de decirlo: ahora no está tan abandonada, como antes. Si antes lo estuvo, realmente. Muchas gracias, a todo el mundo, por darme la oportunidad de escribir en este espacio. Para ustedes..Hablaralto. Hasta la próxima..llegó Isabel, que me está cuidando. Me hizo una pizza, dice..
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